28/05/2025
Mis hijos son mi mayor impulso
Así lo cuenta María Concepción Ramírez, de 41 años y madre de 3 hijos.
En una mezcla de emociones, María comparte su historia. Una que no ha sido fácil y que la ha obligado a transformarse constantemente. No obstante, en cada nueva versión están sus hijos, siendo el motor que la impulsa a encontrar nuevas formar de ver la vida.
María es una evidencia de que la maternidad no es un obstáculo cuando la voluntad es mayor. Un ejemplo de esto fue cuando terminó su carrera de arquitectura ya teniendo la responsabilidad que conlleva ser madre o cuando se separó del padre de sus hijos.
Esta segunda situación significó para ella un nuevo comienzo, que la llevó a buscar mejores opciones para garantizarle un buen futuro a su familia.
Luego de evaluar todas sus posibilidades, llegó a la Asociación Popular de Ahorros y Préstamos (APAP), cuando llena de esperanza, pero con algo de temor, se dirigió a la sucursal de Villa Mella con el propósito de ahorrar para la casa de sus hijos.
Un tiempo después, por los afanes de la vida, duró algunos años sin volver a ponerse en contacto con APAP, sin embargo, llegó ese día. Ese día en el cual decidida se comunicó con uno de los representantes de APAP y retomó la relación que durante años permanecía, a veces activa, a veces en pausa.
Desde aquella conversación hace ya muchos años. Y hoy, María ve los frutos. Se siente respaldada por APAP, donde ha depositado su confianza a través de distintos productos financieros.
Pero esta historia no termina ahí, cuando su primera hija inició la universidad, se acercó a APAP nueva vez, en esta ocasión con el propósito de apoyar el sueño de su primogénita de tener su propio consultorio.
María volvió con la responsabilidad de alguien que honra sus compromisos financieros. Su experiencia no fue distinta a aquella primera vez, su ejecutivo la orientó en todo el proceso y sin mayores complicaciones logró obtener los fondos para emprender este nuevo proyecto.
“Fue súper simple. Desde que salí de la sucursal ya tenía el dinero en mi cuenta”, dijo María llena de felicidad al recordar el momento.
María es una madre de Oro, una mujer luchadora, que ha sabido vencer sus miedos para asegurar lo mejor para sus seres queridos.
Aunque para ella ayudar a sus hijos a alcanzar sus metas es sumamente importante, su principal deseo es que siempre se acompañen y mantengan la unidad familiar para que puedan disfrutar juntos todos los esfuerzos de su madre.
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